Un ciudadano culto y autónomo en la sociedad digital es aquel que interactúa con la sociedad tanto a nivel de persona como a través de la internet. Por tanto, es capa de adaptarse a los cambios sociales que le rodean.
Esa adaptación llevará consigo el aprendizaje de un nuevo lenguaje, nuevas formas de relacionarse, comunicarse, etc., y todo ello con el uso de las Tecnologías de la información. De su capacidad de adaptación y crítica dependerá hasta qué nivel y en qué condiciones conseguirá esta adaptación.
Por tanto, si queremos conseguir que el ciudadano alcance estos niveles de preparación, deberemos tener en cuenta el modelo educativo a seguir y que importancia va a tener la formación tecnológica en este aprendizaje. La nueva ciudadanía digital deberá aprender haciendo, o como otros lo llaman, aplicando el aprendizaje activo.
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