Las mujeres de mi entorno, disfrutan del reparto de tareas en sus entornos.

La conciliación de vida laboral, sentimental y familiar requiere un compromiso por ambas partes de la pareja si queremos que las cargas del día a día no se interfieran en la buena marcha de las relaciones y del hogar. Esto es aún más importante cuando se tiene hijos y las responsabilidades se multiplican y el tiempo disponible escasea.  

Tradicionalmente las tareas domésticas se han dejado en manos de las mujeres, pero los tiempos cambian y la igualdad está llegando a todas las áreas. Del mismo modo que la mujer se ha incorporado al mundo laboral, el hombre se incorpora a sacar adelante el hogar. No se trata de una “Ayuda”, sino de una “Corresponsabilidad”. Ayudar supone asumir que el peso de las tareas recae sobre una de las partes (la que es ayudada), sin embargo, REPARTIR, supone entender que cada uno se hace cargo de su parte.

En mi caso mi mujer es también mi jefa, ya que trabajamos juntos, eso hace que pasemos muchas horas juntos y que, por lo tanto, sea más necesario que hagamos un reparto responsable de las tareas del hogar para que esto no influya en nuestra relación de forma negativa.

No voy a mentir diciendo que el reparto de las tareas sea equitativo, pero sí puedo asegurar que si no lo es, es porque, en este caso, es ella la que prefiere encargarse de ciertas tareas debido a mi ineptitud para realizarlas adecuadamente (y conste que intentarlo, lo he intentado), pero por ejemplo, la plancha, es una de las cosas en las que cuando acabo de planchar una prenda, la he dejado peor que estaba.

Volviendo al tema, supongo que este tipo de corresponsabilidad en las tareas del hogar, tiene que venir dado por un mayor grado en la educación de las personas. Y con ello no quiero decir que al tener unos estudios superiores seamos más capaces de hacer las cosas bien. Lo que quiero decir, es que si desde pequeños se nos ha educado a tener una implicación equitativa en las tareas del hogar entre mujeres y hombres, cuando los individuos se convierten en adultos, son capaces de gestionar mejor estos conflictos.